Saludos.
Dani.
Pd: no puedo lograr que la memoria de Romina se vea en color, para leerla selecciónenla.
Para el trabajo final se me ocurrió tratar acerca de los problemas sociales, pero teniendo en cuenta que me iba a resultar algo muy general, cambié el rumbo y me avoqué a algo más particular: el cambio social. A partir de allí comencé a pensar en los diferentes textos que podían ayudarme a comunicar lo que tenía en mi cabeza.
Lo primero que debía hacer era encontrar una definición de lo que cambio significa, ya que no podría hablar del “cambio social” si no tenía en claro cual era su sentido. Por esto, es que recurrí al diccionario de la Real Academia Española y a libros de la sociología, para obtener diferentes conceptos que, unificándolos me dieran un término acercado.
Una vez obtenida la definición, me podría insertar más de lleno a lo que era el trabajo. Empecé a buscar cada uno de los textos, y a realizar un proceso de selección de aquellos que me resultarían más útiles para mi tema. Una vez separados los seis títulos que me llevarían al trabajo, comencé a pensar como lo transmitiría.
Tras esto, elegí al autor y a la novela que consideraba más representativos de mi tema, por ello seleccioné a Erich María Remarque, y su libro Sin novedad en el frente de 1929. Pensé que la guerra, y más de la magnitud de la I GM, ayudan a la sociedad a replantearse muchas cosas, entre ellas en qué ámbito desean vivir las personas.
Finalmente decidí cerrar el tema con un pequeño relato en el que el cambio social sea parte del futuro, a través de dos hombres que se imaginen mediante un diálogo sobre la sociedad, y cuál sería el estado de esta dentro de unos cien años.
Vecchi, Gonzalo.
Memoria de un trabajo final
El tema se Eligio luego de un debate con la profesora, por eso seleccione el aislamiento tratando de encarar el punto de vista de que no es malo aislarse ya que puede ser la necesidad de un ser humano para poder solucionar sus problemas solo, pero también este aislamiento puede tener un lado negativo si es obligado por la sociedad.
La diagramación estuvo dividida en la misma cantidad de partes que tiene el trabajo práctico, pero el orden inicio por el cuento futurista ya que resultó ser la parte más sencilla y entretenida de hacer que el resto, luego de haber finalizado la primera parte se pasó a los dos recuadros donde se eligió a uno de los mejores autores norteamericanos Ray Bradbury caracterizado por hacer sus novelas en donde las nuevas tecnología llevan al hombre a aislarse sin permitir el contacto humano y los errores. Por eso una de las obras que reflejan esto es el Peatón que se vio a lo largo del año.
Por ultimo la nota periodística que antes de realizarse se hizo una previa selección de los textos que se vieron a lo largo del año para poder elegir las obras donde el aislamiento sea el tema principal de las cosas por eso fueron las obras presentadas en el trabajo
Matías Sztelmak
MEMORIA DEL TRABAJO FINAL
Cuando terminé el parcialito y luego de comentar con los compañeros los temas que cada uno había propuesto, la idea de “la realidad como una construcción” no me terminaba de convencer como eje principal que atravesaba todos los textos.
Hubiese preferido que se decidiera un solo tema y todos trabajar en torno a ese. Me volví a mi casa con muchas dudas sobre cómo iba a realizar el trabajo. Sabía que contaba con mucho material teórico pero todavía no había planificado toda la relación con los textos.
En ese momento sentía que tenía todos los recursos como para ponerme a trabajar ahí mismo, pero no contaba con los elementos para unir y darles sentidos a todos ellos. Lo primordial entonces era revisar y repensar nuevamente todos los textos.
Lamentablemente fui víctima de mi desprolijidad por lo que los textos del primer cuatrimestre andaban por toda la casa. Creo que ni siquiera llegué a encontrarlos a todos. Por suerte sí tenía bien guardado y archivado las hojas con los cuadros y mapas conceptuales que había hecho para el primer parcial.
En ese instante me di cuenta que esas hojas me eran muy útiles. Leyendo y reflexionando nuevamente sobre esos resúmenes descubrí que los tenía más presentes de lo que creía, lo cual me facilitó y agilizó una parte del trabajo.
Ya había pensado definitivamente cuáles iban a ser los textos en cuestión, y cuál el más representativo. Entonces volví sobre el marco teórico de la realidad como construcción. Ya mencioné que tenía mucha información, solo debía establecer los lazos correctamente con los textos y con lo visto en clase.
Para el eje del tema me sirvieron un montón de cosas de otras materias, sobre todo de opinión pública y psicología. Mucho habíamos estado rodeando sobre esa cuestión en los últimos meses. Lo tenía todo muy fresquito.
Más o menos tenía lista la planificación para la relación de los textos con el tema elegido. Decidí realizarlo después y concentrarme en la tapa. Sin dudas fue lo que menos trabajo me demandó, aunque en el transcurso de esa realización me surgió el problema de que el nombre del tema era muy largo, y luego de consultarlo con María Antonieta vía e-mail, lo acoté a “realidad”, teniendo en cuenta que lo explicado en la tapa iba a llevar al lector a pensarla como una construcción.
Para hacer la tapa ya sabía donde iba a consultar. Ya lo había pensado. Usé el diccionario de
Algo que me resultó de mucha ayuda fue que en la fotocopia sobre el trabajo final había un boceto para guiarse. Me sirvió mucho para tener una idea de cómo tenían que ir distribuidos los cuadros, las imágenes, las columnas, etc. Me hubiese beneficiado mucho que en Gráfica hubieran hecho lo mismo…
Me puse a realizar la nota sobre los textos y la relación con el tema elegido. Me llevó menos tiempo de lo que creía. Aunque sí me di cuenta que el espacio era muy poco, tuve que borrar y hacer cuenta nueva varias veces para no pasarme con la extensión. Lo único que no tenía pensado era el autor más representativo.
Estuve un largo rato revisando y buscando nuevamente las biografías de todos, ni siquiera había considerado anteriormente algunos como para ir por ese lado. Estaba en cero. Recordando los textos y las clases decidí que Lovecraft era el que más correspondía.
Luego dispuse las imágenes. Ya tenía varías guardadas. Simplemente debía elegir y distribuirlas correctamente. Estaba conforme con lo que había producido. Tenía la tapa, la nota informativa/descriptiva con los cuadros. Me gustaba como iba quedando el trabajo. Sin embargo subestimé el cuento.
Sin dudas fue lo que más trabajo me dio y lo que peor me salió. A la hora de hacerlo no tenía idea de nada. No había pensado nada previamente. Estuve varias horas con el tema del cuento, y otras más para realizarlo. Definitivamente no me gustó como quedó. Pero el reloj no estaba de mi lado y no tenía mucho tiempo como para modificarlo. Solo hice unos retoques.
Lo diagramé todo en el Page Maker. Bastante rápido, mucho más de lo que tenía planeado. No tuve problemas con eso. Luego la impresión y abrocharlo para que quede con la forma que estaba estipulada. Después de darle una última leída, pensé que al final fue mejor que cada uno eligiera su tema. No sabía bien por qué pero fue lo que sentí.
Viéndolo desde una posición de estética total estaba bastante conforme con como me había quedado, pero el cuento me dejaba un sentimiento raro. Como que no terminaba de cerrar con el recorrido de todo el trabajo. Pero en general me gustaba como quedaba. Lo entregué con confianza de que lo producido iba de la mano con todo lo charlado en las clases durante el año.
Fermín Romano
Trabajo Práctico
Consigna: Escribir las memorias de la elaboración del trabajo final.
Comencé por buscar y analizar los diversos significados de lo que es el poder en sus diferentes aspectos. De este modo, a cada concepto fui adaptando y relacionando con cada texto, autor y contexto. En esta enorme rama de sentidos, encontré autores como Foucault y Montesquieu, quienes me ayudaron a construir una mejor idea de lo que quería hacer, también incluí a Michael Foucault en una cita en la introducción.
En un principio me topé con un problema: el espacio para realizar el desarrollo del texto principal; de esta manera tuve que resumir en gran cantidad todas las ideas que se iban presentando. Creo que el tránsito por un año de lecturas no da para ser volcado en tan solo dos páginas, entonces intenté ganar espacio mermando el tamaño de las imágenes, las cuales, así como el diseño, no creo que deban ser parte importante del trabajo, ya que estudiamos literatura, no diseño.
Me fue de gran ayuda el parcial que nos tomaron para ver las ideas que teníamos en mente para hacer la producción final. También, con la ayuda de la profesora en la pequeña reunión que tuvimos, vi otros puntos que nunca se me habrían ocurrido, por ejemplo, incluir en la introducción citas de autores relacionados con el tema.
Decidí por comenzar haciendo el cuento futurista, ya que en ese momento no habíamos tenido las clases de consulta y me resultó menos complicado; también me ayudaría en el futuro a conducir a una mejor conclusión del texto principal.
Creo que el tema elegido (El Poder) presenta un amplio campo para analizarlo, de manera que asigné a cada tipo y concepto de poder una obra literaria y así pude conformar la historia. Siempre tuve la idea de que el Taller de Comprensión y Producción de Textos es historia del siglo XX, pero en las manos de personas que la vivieron o la sufrieron. Así, intenté conectar todos los aspectos como se fueron dando a lo largo de los años.
Por una parte me gustó hacer este trabajo, pero me hubiera gustado que sean otros los tiempos y los espacios; creo que este debería ir siendo conformado durante todo el año que cursamos, así ninguna idea se pierde. También, dar libertad en los espacios, ya que cada uno necesita diferente cantidad de hojas para expresarse, sin dejar temas de lado y llegar a una conclusión clara.
Emmanuel Alcaraz Serrat
Memorias de un final
Una vez que decidí, que mi tema elegido era el poder, tenía que analizar desde donde abarcar algo tan global y difícil de definir en una sola manera.
Por eso para comenzar a hacer el trabajo, especifiqué al poder, "en las letras del mundo" según lo que decía de él, el diccionario de la Real Academia Española. Así daba comienzo a mi labor, jerarquizando básicamente lo que el poder significa, y lo que este es como acción. Para luego más adelante explicar en las siguientes páginas los diferentes estilos y niveles del poder.
Para la elección del texto que representó mejor mi tema, me quedé con la charla tenida en clase sobre "La vuelta al mundo en ochenta días", y me incliné por este libro para ejemplificar el poder del dinero. Recuerdo que en esa clase se habló mucho de lo que el dinero, representa como poder, y que en muchos párrafos de la novela se daba a entender que con éste, todo lo que se intentara se podía conseguir.
Al momento de realizar el texto principal en el cual debía nombrar seis lecturas que representaran al poder, realice un repaso por todas las obras leídas a lo largo del año. En algunos casos ojeándolas, en otras releyéndolas por completo y también con los apuntes que de ellas contaba. De esta manera y gracias a esta revisión llegué a elegir los seis discursos más representativos, según mi simple opinión.
En la elección del autor que mejor definía la temática de mi trabajo, me incliné en este caso, por el poder de la política, y todo lo que esta implica. Así fue que elegí a Mario Benedetti, recordando también que en una de las clases tenidas durante el año, se mencionó a este escritor, y su interés y compromiso por la política en su Uruguay natal.
Luego de escribir el cuento, busque las fotos q más representaban lo escrito a lo largo del trabajo, por ello en la tapa, se muestra un martillo, con el cual quiero representar el poder judicial, y la toma de decisiones que tiene a su cargo un juez.
El programa utilizado para montar todas estas imágenes y textos fue el Word. Me llevó un gran trabajo lograr comprender, como poner los cuadros de texto, las columnas, las fotos y que todo quedara acorde. Aunque quedó un trabajo sencillo en su diseño, fue lo mejor que pude lograr con los pocos conocimientos sobre este aspecto.
La impresión del trabajo, fue una de los puntos más difíciles de solucionar, en mi casa la impresora no tenía tinta, por ello tuve que recurrir a que un compañero se tomara la molestia de imprimirlo por mi parte.
Así fue que luego de muchas horas de labor sentado frente a la pc, terminé el trabajo final, dejándome como resultado una grata experiencia, y una reflexión final de los alcances del poder y lo que este significa en nuestras vidas.
Crónicas de un REHACER anunciado
El tema de mi trabajo final surge como consecuencia del segundo parcial. Cuando tuve que pensar cómo relacionar los textos vistos busqué un asunto común a todos, teniendo en cuenta también lo hablado en clase. Entonces fue que surgió que todos, a lo largo del último cuatrimestre y del año, fueron el reflejo de lo que sucedía en la sociedad y en el tiempo en el que lo había producido su autor. Decidí tomar la realidad como tema principal, y a partir de allí elaboré un esquema con el cual me fui guiando para escribir. Como generalmente en este tipo de cosas, donde mi cabeza trabaja a diez mil, se me ocurren muchas ideas, me abatato y me sale cualquier cosa, con mucha repetición de palabras y todos los errores que se les puedan ocurrir, o peor, me las olvido. A pesar de que sé que siempre me pasa lo mismo no encuentro forma de arreglarlo, y recurro siempre en la misma falta.
Ante esta situación, sentí mucha ansiedad, por tratar de solucionar este pendiente, y poder escribir todo aquello que se me venía a la mente. También sentí desesperación, por miedo a no llegar a hacerlo, o a la cantidad de líneas que necesitaba y por lo tanto, me quedara muy corto o muy largo. Tampoco terminaba de estar canchera con el programa de diseño, todo lo que aumentó la sensación de estos sentimientos.
La producción del trabajo final tuvo muchos percances. Primeramente, el impedimento de tener que hacer todo en computadora. Vivo en una pensión en la que somos seis y sólo poseemos una. Además, hay otra amiga que estudia lo mismo, y se encuentra en el mismo año que todos nosotros. Esto impidió que sea una actividad que la combine con los ratos de descanso de estudio de las otras materias, por lo cual me restaba tiempo de diagramación.
La segunda complicación fue que el mismo día que entregaba esta producción debía presentar la de Análisis, para la cual necesitaba hacer entrevistas y notas, lo que me restó mucho tiempo del de textos, o más que sacar, no supe fraccionarlo.
Como tercer conflicto me surgió la ruptura del programa de diseño. No conseguía que el Corel me funcionase, y otro no sabía manejar. Terminé por ir a la casa del novio de una amiga, que él lo estaba bajando en su computadora para que yo lo use, a las once de la noche del día anterior. Ahí también imprimí el suplemento, por eso el desastre en el diseño, y el de la impresión.
En el momento en que regresé a mi casa y me acosté para levantarme al otro día a las siete para llegar a la facultad, sentí una frustración muy grande, por no haber sabido administrar mi tiempo y colmado las expectativas que tenía para este trabajo (sobre todo en el tema de la diagramación gráfica).
Creo que este tipo de trabajos que me propusieron en mi primer año de carrera universitaria están buenos, porque hacen un quiebre con el secundario muy notorio. A nivel personal creo que debería, para no tener que pasar todos estos contratiempos, comenzar a organizarme un poco, ya sea con lo que voy a expresar o con lo que hago, y principalmente intentar cambiar ciertas actitudes, como la desesperación, o el mal humor que son consecuencia directa de la incertidumbre que me produce la no planificación.
Al grupo, permiten que entendamos que nuestra actividad no se reduce sólo a un grupo de palabras con buena cohesión, sino también al acompañamiento de éstas con ciertas imágenes y recursos gráficos para poder llegar al otro y comunicar de verdad.
Blando, Jorgelina.
Tardes de primavera casi de verano. Me encontraba en mi departamento, sentada, leyendo y releyendo todos los textos pertenecientes a la cátedra de textos 1 y mientras tanto pensaba como los podría relacionar, a seis de ellos, con el tema que había seleccionado, la soledad.
Mientras mi mesa se encontraba plegada con todo el material, los textos, comencé a buscar imágenes sobre el tema elegido y a partir de ese momento empecé a realizar el boceto del diseño final.
Una vez que ya había seleccionado los seis textos, los cuales irían incorporados en la nota principal ubicada en las paginas dos y tres, emprendí mi camino junto con mi lapicera a lo que seria el trabajo final y comencé a redactar.
Mientras iba escribiendo pensaba que cuando lo pasase a la computadora me iban a quedar espacios en blanco, y no fue así, todo lo contrario, una vez terminado la nota, el cuento y la tapa me di cuenta que no me alcanzaba el espacio y que tenía que disminuir el tamaño de la letra para la nota informativa.
Una vez pasado todo el trabajo comencé a pegarlo a lo que era el diseño; fue uno de los momentos más divertidos, porque tenía que jugar con la imágenes y a su vez, con el texto escrito, llegaba el momento de decidir como quería que sea el estilo de mi suplemento.
Cuando lo finalice comencé a releerlo para constatar de que no quedara ningún tipo de error tanto en el texto como en lo que tiene que ver con el diseño; descubrí que mi trabajo me había gustado mucho pero no era un posición objetiva ya que yo lo había realizado, entonces decidí mostrárselo a mi primo para que lo leyera y me diga que le paresia, tenia un poco de miedo porque a uno siempre le gusta lo que hace pero igualmente recibí una respuesta positiva sobre el trabajo. Entonces emprendí mi camino hacia la grafica para imprimirlo.
Una vez que llegué de la gráfica me paresia que no lo podía entregar así, entonces pensé como poder unir esas cuatro hojas, y decidí pegarlas en una carpeta de cartulina de color negra, que era lo que más hacía referencia a mi tema, la soledad.
Realizar este trabajo me sirvió mucho porque adquirí elementos nuevos que antes no los había utilizado, como el diseño y sobre todo relacionar los textos con mi tema elegido.
Cuando hice el parcialito el tema que elegí fue el autoritarismo. Luego, al hacer la puesta en común en clase, la profesora dijo que ese tema iba de la mano con el poder y fue ahí cuando comencé a dudar.
Primero pensé que el poder sería el eje temático que tendría para realizar mi producción, pero fue después de la consulta cuando finalmente resolví que en realidad lo que quería hablar y desarrollar en el trabajo final era el despotismo porque es un tema que me moviliza mucho y no era porque sí que lo había elegido al momento de hacer el parcialito.
Una vez que decidí eso, empecé a escribir la columna que iría en la tapa y para dejar en claro la definición de autoritarismo acudí al diccionario de la Real Academia Española. En esta introducción de lo que sería luego el suplemento busqué explicar, además del uso que se le da al término, el propósito por el cual fue elegido. Luego busqué imágenes que representaran esa autoridad absoluta de la que se hablaba.
Al terminar esto, tenía que decidir cuáles serían los seis textos que trabajaría en la nota principal y para eso volví a releer las hojas que tenía con los apuntes de cada lectura. Ahí seleccioné las que creí que a través de sus historias, y de diferentes formas, transmitían cómo el autoritarismo se impone o busca imponerse en las sociedades, y sus graves consecuencias. Al mismo tiempo elegí a Corazonada, de Mario Benedetti, como el texto más representativo, y a Augusto Roa Bastos como el autor que tanto en su vida como en su obra había tenido muy presente esta cuestión.
Cuando comencé a escribir la nota y las columnas pensé en qué era lo que yo quería transmitir con esas obras y autores que había seleccionado, y en tratar de que cualquier persona que lea mi suplemento sienta interés y ganas de leer a alguno de esos escritores, o porqué no, a todos. Después me puse a redactar el cuento que, por cierto, me llevó un largo rato porque al principio solamente se me ocurrían ideas sueltas, hasta que pude armar una sola historia.
Así terminé mi trabajo, posteriormente lo releí todo nuevamente y me gustaba cómo había quedado aunque debo admitir que el cuento futurista me pareció que estaba medio flojo pero no le quería quitar ni agregar nada más al suplemento y consideré que así estaba listo para entregar.
Por último, quería decir que el trabajo que hicimos con las lecturas durante todo el año me sirvió mucho para aprender, reflexionar sobre diversos temas y, sobre todo, para tomar conciencia de la responsabilidad y el poder que como comunicadores sociales tenemos al decir o escribir algo.
Romina Contarino
Memoria: Tomás Marchetta Madariaga
Un Buen año
Escribir sobre lo que me pasó este año me resulta tan fácil como hablarlo o contarlo, esto último lo hago muy a menudo. Luego de vagabundear durantes dos años, y haciendo propia la bíblica frase: del polvo venimos y hacia el polvo vamos, recalé, sin demasiadas esperanzas, pero con más ganas de lo habitual, en la facu de Periodismo, en mi ciudad natal,
No se a qué atribuir el cambio, lo normal sería subordinarlo a una lógica madurez aparejada al tiempo corrido, pero no descarto una intromisión de carácter divina que me haya aclarado un poco los tantos, sobre todo teniendo en cuenta mi idiosincrasia a los 17, tan lejana de la actual, a los 20.
En fin, dejando hipótesis de lado, el glorioso 2008, que ya va terminando, me deja algo más que livianas certezas. Pensamientos que años atrás veía borrosos, hoy se convierten en reflejos de lo que pretendo hacer por el resto de mis días y marcan lo que voy a “ser” de ahora en más. Por eso a quién sea que haya digitado estos acontecimientos, le voy a estar agradecido unos cuantos años.
Textos 1, obsecuencias de lado, tiene un rol protagónico en mi buen año de facultad, pese a que en un principio no fue de mis preferidas, hoy en diciembre digo que junto a las Historias fueron las mejorcitas, y a las que menos me costó cumplirles.
La primera semana, recuerdo hoy, que pasé de largo y falté. El nombre de entrada no me gustó, me imaginaba una materia para perder el tiempo. De a poco fui engranando, y a las, a mi entender, difusas consignas dejadas tan libremente a nuestra interpretación y que en un principio detestaba por la falta de tiempo para realizarlas, les fui tomando el gusto, hasta el punto de hacerlas con ganas.
Transcurrió el año, y de los tres pibes que empezamos juntos, provenientes del curso de ingreso, terminé sólo yo, lo que indefectiblemente llevó a la necesidad de relacionarme con otros. Encontré, en el aula, gente digna de ser escuchada, con historias y vidas diferentes, pero, al fin y al cabo, todos con un mismo propósito que nos aunó y rigió durante todo el lapso lectivo: aprender algo nuevo.
Rescato, sobre todo, el halo de buena onda que orbitó el aula durante todo el año, propiciado por profesora, ayudantes, y alumnos, lo que hizo de Textos 1, una materia que dieron ganas de cursar, productiva, amena y distinta a otras.
Saludos, Tomás
Construyendo mi propia identidad
El trabajo sobre identidad me llevó bastante tiempo, principalmente en toda la etapa creativa mientras pensaba y planeaba cual sería el tema que llevaría a cabo.
Sabía que tenía que ser algo latinoamericano, algo que hable de lo nuestro. Una repugnancia asquerosa me alejó de todos los textos que vimos al principio de año, pero entiendo que no hubiera tomado conciencia de lo mío, de mi tierra, sin que se me presentara esta contradicción tan clara, entre los llamados desarrollados y lo sub. desarrollados, lo rural y lo urbano, la riqueza y la pobreza, lo moderno y lo tradicional.
Hacer el trabajo de identidad me fue muy útil para cerrar una etapa que me ayudó a unir materias como opinión pública y comunicación y teorías, especialmente me identifiqué mucho con el texto de Alcira Argumedo, en el que habla de las voces silenciadas al igual que Roxana Reguillo. A partir de ellas, más todos lo textos que vimos en el taller, pude y sigo construyendo mi propia forma de ver el mundo, mi propia representación, mi identidad.
En cuanto a la construcción del trabajo, debo decir que ha viajado bastante, estuvo en Mar del plata, en Gral. Belgrano y finalmente en
Finalmente el día de usar el Page maker (un programa de diseño) llegó, todo una hazaña para una chica peleada completamente con las tecnologías. Hice todo el trabajo, configure las páginas e importé imágenes y cuando parecía casi listo lo mande a imprimir, o mala suerte la mía, me apareció en todas las hojas el nombre del programa en una letra enorme en el medio de los textos y las imágenes.
Después de cambiar el programa todo fue mucho más fácil y a pesar de que tuve que suprimir varias ideas por la falta de lugar, finalmente a eso de las diez de la noche del día lunes el trabajo estaba listo.
Anabel Urdaniz
El recorrido hacia el trabajo final
La elección del tema para el trabajo final fue rápida, pero sin darme cuenta me resulto el tema más cómodo para ser trabajado. El desarrollo del texto comenzó en el segundo parcial del año, donde la consigna era el desarrollo de un texto en el cual se planteara un tema eje tratado por todos, o por algunos, de los textos trabajados en el año y además había que proponer dos temas secundarios. La finalidad de este examen era que basándonos en los temas elegidos, tanto en los primarios como en los secundarios, surgiera un tema en común para todos los alumnos de la comisión. Pero ese objetivo no se cumplió. Tras un largo rato de deliberación y sin poder llegar a un acuerdo, se resolvió que cada uno se quedaría con su tema elegido.
Mi elección fue la libertad. Si bien para el parcial ya había llevado a delante un desarrollo en la relación de los textos con el tema tuve que profundizar, y comencé a repasar los escritos que había seleccionado previamente por medio de mis recuerdos. Al leerlos de nuevo me di cuenta que tenían mucho mas en común que lo que había planteado anteriormente.
Luego de esto llago el momento de llevar al papel las ideas que iban surgiendo en mi mente, me senté en la computadora y el texto surgió. Pero a este escrito le faltaban las imágenes y buscando llegue a una que representaba muy bien a la libertad relacionada con la escritura. Esa fue la seleccionada para la tapa, luego aparecieron otras imágenes representando la libertad de expresión y la libertad de clases respectivamente, estas dos fueron colocadas en las páginas internas. Después de la impresión caí en cuenta que la imagen elegida para la contratapa hacia dificultosa o casi imposible la lectura del cuento futurista.
Como en todos los trabajos llegaron las correcciones para ser realizadas antes de entregar y evaluar definitivamente los escritos; las mismas estaban en color verde haciendo muy evidente que era lo que necesitaba ser arreglado.
La instancia evaluadora final todavía no llega y en este momento me encuentro realizando las correcciones anteriormente mencionadas.
Luz, Cassini
Memoria de una corrida
Tomé el tema de la soledad dado que fue el que elegí durante la producción del segundo parcial. En base a ésta elección es que clasifiqué los textos leídos durante el año de la cursada, según cuáles reflejaran de modo más explicito dicha tópica. Del total de los textos quedaron electos ocho de los cuales dos me resultaron útiles para redacta las columnas: uno era, a mi criterio, el más representativo del tema a exponer; en el otro tomé la biografía de su autor que consideraba más pertinente. Los seis textos restantes los apliqué en la nota principal.
Hecho esto, me aboqué a la búsqueda de material biográfico, contextos de producción, definición de “soledad” para el que busqué en el diccionario RAE y en una página de Internet de psicología.
Para el armado de la nota principal clasifiqué los seis cuentos reservados para tal fin, según diferentes criterios: época en que fueron escritos, acepción del concepto soledad.
Durante la elaboración del trabajo me enfrenté con la problemática del espacio, ya que debí reducir el texto varias veces para que se adecuara al límite propuesto en la consigna. Las imágenes no fueron sencillas de encontrar, pero se me crearon más complicaciones en el momento de diagramar.
Al no tener la posibilidad de utilizar otro programa, ya sea por no poseerlo o no conocerlo, me base en el Word que no permite fluidez para ese tipo de producciones. Por cansancio y resignación, la tapa la realicé en otro programa que sólo me presentó dificultades al momento de la impresión.
Una vez que finalicé la producción y grabada en un MP4, me dirigí a una imprenta, en la que no pude abrir el trabajo por problemas de compatibilidad. Por ello y por el corto tiempo que me quedaba, fui a la fotocopiadora de la facultad para que me lo imprimieran, pero como la máquina tenía un Windows antiguo y me abrió el archivo desprogramado y no leyó el programa que contenía la tapa.
Luego de explicar esta situación y recibir la aceptación de parte de la profesora, me dirigí a mi casa para intentar de imprimirlo sin errores, pero no fue nada fácil: una vez terminada nuevamente la producción, la grabé en el MP4 y en mi correo. Al llegar al ciber, la computadora no reconoció el programa donde estaba la tapa y desprogramó el del trabajo. Por ello debí volver a mi casa, trasladar la tapa junto con la producción completa y grabarlo en un modo de compatibilidad. Luego volví al ciber y lo logré imprimir correctamente.
Barraza, Lucila
Memorias
El trabajo final fue el producto del recorrido por más de veinte textos, sobre los que aprendimos no solo cuestiones relacionadas a los estilos literarios, sino también a abrir nuestra mente a otras realidades y poder entender sucesos de la historia.
En mi caso elegí “el poder”, como punto de partida para seleccionar los cuentos y novelas más representativas de la cursada. Después de analizar en profundidad y comparar las distintas obras vistas, llegué a la conclusión que muchas de ellas estaban atravesadas por “el poder” como tema principal. Pero es muy amplio, por lo que seleccioné textos que muestren las distintas facetas del poder. Hice un cuadro sinóptico de cada una antes de sentarme frente a la computadora para elaborar la nota central. Justamente para marcar el recorrido histórico fue que decidí incorporar tanto cuentos del primer cuatrimestre como del segundo. Este trabajo me llevó aproximadamente 10 días.
Una vez con el material en mano, comencé a escribir. A la hora de optar por la obra más significativa, me basé en la que consideré que describe tal cual los excesos de poder. Después de buscar información sobre los contextos y la vida del autor, hice un breve análisis e interpretación de EL BALDÍO, de Roa Bastos, para una de las columnas de las páginas internas del suplemento.
Elegí a Thierry Meyssan como el autor más distintivo porque fue un denunciante del exceso de poder. Creo que contrastó visiblemente con la otra columna: mientras una mostró como el autoritarismo de las dictaduras callaba voces, la otra indicó la voz discordante en alza. Para tener una mejor idea sobre quién es Meyssan, busqué en Internet su biografía y los actos en los que haya participado. Encontré una entrevista rica en contenido, de la que pude sacar algunas citas textuales.
Para realizar la editorial, leí libros de sociología y busqué material en la web. Me parecieron adecuadas tanto una frase de Max Weber, como una concepción de Sara Lyftzyc, que incluí en la tapa. Luego, gracias a todo lo visto en clase, pude elaborar conceptos propios sobre el tema. Me llevó 3 tres pulir este texto y encontrar las palabras justas que describan el tema que elegí.
El texto de producción propia fue lo que dejé para el final. Generalmente me cuesta escribir algún cuento que me termine gustando y me convenza. En el momento de realizar la ficción, opté por algún suceso que tenga que ver con la realidad actual y pueda llegar a desarrollarse en el futuro. Por esa razón, incluí al reciente presidente electo de EEUU, Barack Obama. Además, busqué información, actual y de hace varios años atrás, sobre política exterior del país del norte.
No voy a negar que me senté frente a la computadora con la idea de “no me va a salir”, pero hasta yo misma me sorprendí. Este fue uno de los pocos cuentos que, al ponerle el punto final, me gustó realmente.
Así culminé el trabajo final de la materia. Si bien una lo toma como una obligación, creo que lo disfrute bastante. El hecho de escribir en formato periodístico me motivó para ponerle ganas y un toque personal al suplemento.
Las horas pasaban como si fueran segundos, y yo seguía perdiendo tiempo cada vez que el equipo se tildaba y tenia que reiniciarlo. Cerca de las tres de la mañana termine con el trabajo, y solo me quedaba diagramarlo, lo que creí que seria sencillo pero no fue así. Estuve tres horas intentando acomodar las columnas y no pude hacerlo porque quedaba sin tiempo.
Camino a la facultad pasé por una imprenta para imprimir las hojas, cuando, entro al lugar, estaba lleno de gente y me demore alrededor de una hora por lo que llegue al aula a las 10 de la mañana. Hable con la profesora para contarle lo que me había sucedido con la diagramación y me dio la oportunidad de entregarlo el jueves siguiente.
Coordiné con una de las ayudantes para alcanzarle el trabajo terminado, cuando lo estaba revisando me doy cuenta de que no me habían impreso una de las columnas del texto, me quería matar pero la suerte ya estaba echada.
Memoria del T.P Final de textos I
En principio el trabajo final de textos I demandó tiempo y esfuerzo. Después, el tema del gusto es particular, puede ser que a algunos les haya gustado hacerlo y otros que les haya aburrido.
Personalmente, me encontré a gusto con la realización del mismo, elegí un tema poco habitual y esto contribuyó a que sea más dinámico el proceso puesto que tuve que leer e investigar sobre otra parte de la historia poco contada. Busqué en libros, internet y sobre todo en la música que muchas veces dice cosas que no escuchamos o que no le prestamos atención.
Con respecto al tiempo, me llevó todo un día, desde la mañana hasta la noche pero fue porque yo elegí terminarlo el mismo día que lo empecé y busqué así no perder el entusiasmo y las ganas. Eso fue porque muchas veces los trabajos –de cualquier materia, incluso del colegio- los iba haciendo en cuotas, pero la segunda vez que lo agarraba ya no tenía el mismo espíritu para terminarlo y tal vez por querer hacerlo rápido terminaba perjudicando le realización del mismo.
Otra cuestión que me resultó un tanto complicada fue separar la idea e influencia musical que había armado del tema de los objetivos del trabajo, pero a medida que lo fui escribiendo me resultó mas fácil para asociar ideas. Es una buena opción la música para inspirarse a escribir sobres los diversos temas que se plantean.
Finalmente, terminada la primera etapa de escribir los textos, pasé a diseñarlo y ahí sí fue un poco aburrido porque no tenía práctica con el programa de computadora que elegí, fue todo “a ojo” pero cuando lo vi terminado quedé conforme con el resultado final. Se supone que uno casi siempre queda a gusto con lo que realiza y más aun si se hace con gusto, hasta que llegaron las correcciones.
Vinieron las correcciones y dentro de todo no fue mucho para acomodar de lo que ya tenía hecho, pero cambió un poco la forma de realizarlo. Las ganas ya no eran las mismas (y sobre todo en esta altura del año) e incluso los objetivos porque las correcciones, pienso yo, son para mejorar y dejarlo listo para aprobar el T.P. Final entonces uno se esmera en que María Antonieta quede conforme y por fin ver la nota en la libreta. Ella, no obstante, aclaró la desde que posición pararnos para la producción final, no olvidarnos principalmente de COMUNICAR, algo que espero haberlo hecho yo y todos mis compañeros de la comisión. Luego de las correcciones hice leer el trabajo por varias personas para que me den su opinión lo cual también deseo que hayan servido de algo, yo creo que si.
Como cierre al T.P Final de Textos I (que nombre largo), viene esta memoria de cómo llegué al producto final. Primeramente me gustó como había quedado aunque sabía que no estaba 100 por ciento bien, ni tampoco tomé una postura ganadora ya que estoy aprendiendo y de los errores también se aprende. Después de las correcciones ya me cambió un poco la cara al ver como quedó, espero no haberle tocado la idea que pretendía expresar, trate de buscar la mejor forma de optimizarlo sin retocar mis pensamientos. Esta seria la frutilla del postre, un repaso de cómo lo terminé. Como quedó, no se, lo veremos en el coloquio. Espero que esté bien, y también que esta memoria haya servido de algo ya que me asusté un poco cuando leí el mail que decía que se podría pasar el coloquio para febrero si no entregábamos esto antes del sábado, no se si era ese el objetivo, pero por las dudas y porque quiero aprobar la materia y haber podido entender sus objetivos, la terminé.
En un principio el trabajo me encanto, el tema era como que se conectaba solo con los textos, sera por eso que me pase tanto. Cuando llego la hora de diseñarlo no me gusto tanto, me di cuanta que me sobraban un monton de cosas ,no me entraba nada y me queria matar tuve que cortar un monton de cosas pero igual me gusto mucho.
Puntualmente con respecto al tema yo en realidad queria hacer acerca de la revolucion pero bueno trate al menos de darle ese giro al cambio, porque que es una revolucion sino un cambio absoluto. Digo mas arriba que los textos se conectaban solos porque era lo que sentia, el cambio es un tema amplio pero igual me parecio que los textos hablan de quiebres en la historia de momentos que marcaron un antes y un despues, es decir que cambiaron la vida de los hombres de su tiempo, hechos como las guerras mundiales y las revoluciones francesa e industrial no solo transformaron la vida de las personas sino que tambien cambiaron las nuestras.
Mas alla de hacer una memoria de del trabajo me parece major hacer una memoria del año, porque ¿que es el trabajo sino un muy pequeño resumen de todo lo que discutimos en el año?. Creo que aprendimos a opinar, pero a opinar con fundamentos y defendiendo cada una de nustras posiciones. Eso es lo que me parece importante constatar. Cada texto nos hizo tomar posicion, nos hizo reconocernos con algun presonaje, nos hizo pensar en nosotros y que somos y ncomo llegamos a ser lo que somos, eso me parece memorable.
Lo que hay que tratar de recordar es la memoria colectiva, la memoria del grupo que todos los martes a las 8 de la mañana se juntaba a discutir textos, historia, sentimientos,opiniones. Si estoy tomando la palabra de todos y nos les parece, perdon.
Mariana Barbero
Memoria del Trabajo Final
En mi caso disfrute mucho la elaboración de mi trabajo final, si bien fue bastante dificultoso y molesto adaptarse a los espacios que nos asignaron, me resultó agradable releer los textos del cuatrimestre pasado y reencontrarme con muchos conceptos, e ideas interesantes que no recordaba. Al momento de buscar los textos más representativos de mi tema, este era la pobreza, me di cuenta de que contaba con una cantidad de material teórico muy grande, sumado a mis ideas y reflexiones quedé como bloqueada, no sabía como arrancar, ni como encausar lo que quería decir.
Lo único que tenía claro, era que la pobreza de la que iba a hablar yo a través de los textos tenía que ser abarcativa de todos los modos en que se da, no sólo como una consecuencia en la que podía hablar de muertes, hambrunas, marginación e indigencia, sino la pobreza como una característica de vida, en la que el individualismo y la soledad son marcas registradas, y en consecuencia el hecho de que haya pobres esta naturalizado.
Comencé por un repaso de los textos y decidí clasificarlos de acuerdo al tipo de pobreza que creí que mostraban, tomé textos como el de Jorge Amado y el de Juan Rulfo para hablar de lo que es la pobreza más urgente, o el de León Tolstoi para contar lo que era era una vida escasa de sentimientos y experiencias, y hasta elegí el cuento de Italo Calvino porque me pareció representativo de las comodidades de los hombres de éste siglo, que buscan la satisfacción personal sin esforzarse demasiado y arriesgándose lo menos posible.
Luego de relacionar los autores entre sí y resuelta las similitudes entre sus personajes, me dispuse a encontrar el texto más representativo, y escogí Semejante a la noche, porque creo que en ese cuento se haya el sentido de cómo funcionan los intereses individuales de los hombres, y la clave de la proliferación de la pobreza. Para encontrar el autor representativo no tuve problemas, hace mucho que tenía elegido a Charles Dickens, este autor supo lo que era la pobreza y ser víctima de una sociedad hipócrita.
En conclusión digo que disfrute de mi trabajo, ya que pude comprender un poco más de porque hubo y hay pobreza, trate de encontrar la clave para pensar en su existencia y su permanencia en el mundo, y descubrí que los cimientos de la pobreza más desgarradora son las inquietudes personales de cada uno, en las que no hay lugar para planificar un cambio, quizás la mayoría de las personas no crean en él. No podía quedarme con una visión tan pesimista, así que al momento de escribir el cuento trate de pensar en el cambio como un camino alternativo y posible.
MEMORIA
Martes 11 de noviembre: una semana para entregar el trabajo y no tengo nada. En clase, el parcialito y la discusión de cual va a ser el tema. Al final cada uno se queda con el elegido en el parcial, eso para mí es positivo, tenía el tema que quería: modernidad- posmodernidad.
En el transcurso del día me olvido del trabajo, para concentrarme en otras materias.
Miércoles 12 de noviembre: comienzo con la lectura de los textos, aunque ya sabía cuales eran los elegidos para el análisis, no tenía tal certeza con el texto de la columna y el autor, pero, una vez más, y como hago casi todo en mi vida, deje que las cosas fluyan.
Jueves 13 de noviembre: tengo en claro cuales van a ser los textos a tratar inclusive el de la columna y también el autor, por lo que comienzo a leer información sobre el tema elegido; noto que es mucha. Hay mucho para leer y tengo una ligera sensación de que había elegido el tema equivocado, pero ya no puedo volver atrás.
Viernes 14 de noviembre: continúo la lectura de la información, me resulta muy interesante, los diferentes filósofos y textos a los que tuve que recurrir me dan una panorama más amplio, aunque, también, más complejo debido a mi falta de conocimientos previos. Pero ese reto me gusta y vuelvo a reafirmar mi elección.
Sábado 15 de noviembre: …. ¿? ....
Domingo 16 de noviembre: por la tarde intento comenzar con la redacción del trabajo, pero la falta de sueño y el día me juegan en contra. Por la noche con un gran esfuerzo comienzo a escribir, pero la sita con la almohada es ineludible.
Lunes 17 de noviembre: 6 hs suena el despertador y comienza mi maratónica carrera hacia el final del trabajo.
El día pasa entre lectura, relectura, escritura, borrados, arduas peleas con la computadora y en especial con el Word (hasta ese momento teníamos una buena relación, lamento que ahora sea uno de mis peores enemigos).
Sin embargo mi contrincante más feroz, el tiempo, me decía que el día se acababa y todavía no tenia nada resuelto, mi filosofía de vida fallaba y las ideas no fluían; la hoja del cuento seguía en blanco.
En la madruga una lamparita se encendió en mi cabeza, lastima que era de 25 watts y no de 120 como hubiese pretendido, pero a esas alturas las pretensiones quedaban de lado.
3 hs del martes 18 de noviembre: comienzo la primera relectura del trabajo ya terminado, me deja relativamente conforme; se lo muestro a mi hermana, las expresiones en su rostro mientras lo lee no me dan mucha confianza. Tenia razón, solo se limito a dar dos palabras luego de la lectura: “una porquería”. Luego de esa inyección de confianza empiezo la corrección, me lleva mas tiempo de lo previsto, ya eran las 6:30 estaba a una hora y media del horario de entrega. La segunda y última relectura antes de la impresión me vuelve a dejar relativamente conforme, pero esta vez evito mostrárselo a mi hermana.
7 horas: la pelea con el Word se torna insostenible, la falta de espacios, las imágenes que no quedan, líneas que se no se borran o que aparecen como por arte de magia, espacios en blanco en fin, ya tenia que imprimirlo, por suerte este paso se completo sin mayores complicaciones.
Con el trabajo en mano me dispongo a salir a la parada de colectivo, una vez en este le doy una ultima lectura, encuentro algunos errores, pero repito en mi cabeza la frase tranquilizadora: “ya fue, que fluya”…
Memorias
En general, los tres Talleres me parecieron lo mejor de Comunicación Social (hasta ahora). Son los espacios donde llevamos a la práctica la tarea del periodista, por eso me resultaron lo más llevadero de la carrera que elegí.
El Taller de Textos, en particular, me gustó desde un principio ya que siempre me interesó la lectura literaria. Sinceramente, los textos que he leído lejos están de la selección que hicieron en esta materia, pero lo disfruté igual.
Al principio, muchas historias de guerra y muerte. Eran relatos sombríos y ese tipo de literatura nunca fue mi fuerte. Después empezamos con obras más recientes, en las que todo giraba en torno a la desigualdad social y la pobreza. O sea, seguíamos con la misma tendencia depresiva de textos sin finales felices.
Pero, en conclusión, encuentro un aspecto positivo al reconocer que tal vez este era un buen método para incluir en mis lecturas un tipo de cuentos y/o novelas que no hubiera incorporado por mí misma.
Respecto al trabajo final, considero que fue acorde a la dinámica de trabajo que tuvimos a lo largo del año. Analizar los textos, comprender el mensaje que podían llegar a transmitir considerando el contexto y la biografía del autor.
En mi caso, tengo que reconocer que haber llevado las lecturas al día me benefició bastante. Sólo tuve que refrescar la trama de cada relato para poder armar la lista de los que iba a utilizar. Después, a redactar el motivo que me hizo pensar que esa historia correspondía al tema elegido (el capitalismo), profundizar un poco sobre la vida de los autores seleccionados, y el trabajo salió solo.
Cuando el martes pasado María Antonieta nos devolvió las producciones finales, admito que me quedé con una sensación rara. El trabajo no estaba desaprobado ni para rehacer, pero tenía que corregirlo. El solo hecho de tener que volver a entregarlo me desalentó de cierto modo, ya que era la primera vez desde que estoy en la Facultad que me encuentro frente a esta situación. Finalmente, lo imprimí de nuevo (¡espero que sin errores!) y superé aquel sentimiento frustrante; no soy perfecta, mi trabajo tampoco lo era, por ende no había de qué decepcionarse. Igualmente, entiendo a los que también se fueron medio mal el otro día.
Sin embargo, esto no tira abajo el Taller ni cambia mi opinión respecto al mismo. Fue la única materia en la que pude identificar por nombre a mis compañeros, en la que sentía que conocía –aunque mínimamente- a los que me rodeaban todos los martes a la mañana. Me quité el miedo de escribir ficción que, aunque sigue sin ser mi actividad favorita, dejó de ser aquella misión imposible que me significaba a principios de 2008. Tener un espacio donde dejar volar la imaginación e interpretar lo que leíamos cada uno a su manera, es lo que más valoro de este lugar de encuentro que tuvimos.
Para la profe, María, te cuento que terminé el curso de reorientación y decidí seguir en Periodismo. La psicóloga me sugirió que complementara esta carrera con otra que también me interesara; ahí fue cuando salió la idea de estudiar también Letras, para algún día llegar a ser crítica literaria. ¿No te parece que tenés algo que ver en esta decisión?
Cecilia Coviaga Preso de mis neuronas
Eran las catorce horas de un domingo de noviembre. Las neuronas parecían no querer hacer sinapsis y beneficiarme con alguna idea que me permitiera desarrollar el Trabajo Final de Textos I. Quizás era el calor o tal vez había comido mucho y el cerebro estaba haciendo la digestión.
Después de haber estado una hora sentado frente a la computadora, en posición de escribir. Comienzo a mover los dedos sobre el teclado, pero en el monitor lo único que se leía eran oraciones que no decían nada, lo cual motivó mi enfurecimiento. Desganado por mi estupidez, opte por dormir la siesta para que mi mente sin vergüenza descanse un poco. Yo sabía que estaba preso de mis neuronas y por eso no las quería hacer enojar exigiendo que hagan algún tipo de esfuerzo.
El descanso duró lo que a Estudiantes le tardó derrotar a Independiente en el Estadio Ciudad de
Al otro día fui a lo de una amiga que tiene un programa de diseño, creo que se llamaba Corel o algo por el estilo. La estética del trabajo no me costó tanto porque había tenido toda una noche de ventaja para pensarla. Así fue como pude construir mi Trabajo Final para el taller de Textos I.
Ezequiel Lopardo
5 comentarios:
Creo que no entendí la consigna :S
Tomás
Hola, yo creo que el recorrido hacia el trabajo final fue similar en algunos casos. Aunque algunos tubieron mas dificultades que otros.
Ademas debo agregar que me pasa lo mismo que a Jorjelina con la mala administracion de tiempo, puesto que termino imprimiendo siempre a ultimo momento.
Me pasó lo mismo que a Tomás: no entendí la consigna e hice una memoria del año, no del Trabajo Final en particular. De todas maneras, mi texto no está subido así que no se...
Ceci
Cecilia estás en la misma que yo. Estoy pensando seriamente. hacer alguna materia de filosofía y letras. Esta carrera esta buena, al parecer, pero medio que le falta "algo" que todavía no se que es. Que loco este taller eh, da para todo... jajaja
Saludos
Tomás
La verdad, quién hubiera dicho que leyendo literatura íbamos a terminar replanteándonos nuestra carrera. Pero bueno, es lo que hay!! jaja
Tomás, si en algún momento te decidis y pensás en hacer alguna materia de esas carreras, pegame el grito así aprovecho el impulso.
Un beso grande para todos los compas de Textos... Que anden bien y nos estaremos cruzando por la Facu. ¡Hasta luego!
Ceci
Publicar un comentario